Patricia obtuvo un título en Educación Infantil Temprana, enseñando durante varios años mientras se mudaba de un estado a otro. Este movimiento constante le llevó a cambiar de profesión y se convirtió en analista financiero de Citigroup, trabajando en ese puesto durante 25 años hasta que se jubiló.

​

Mientras criaba sus hijos, la familia de Patricia recibía a adolescentes internacionales por períodos de un año para que éstos pudieran asistir a la escuela y experimentar la vida en los Estados Unidos. La familia hizo esto durante 14 años y cada uno de esos estudiantes se volvió como otro hijo. Siguen en contacto y muchos de ellos han viajado a Mérida de visita.

 

Ahora Patricia es voluntaria para la Fundación BAI. El voluntariado le da la oportunidad de devolver algo a su comunidad, le brinda la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades y conocer gente de todos los ámbitos de la vida, pero más que nada le permite estar al servicio de una causa en la que cree.